Soñé que me encontraba con unas amigas y nos íbamos a un bar a charlar y me olvidaba que tenía hija, pase bueno cante, reí y muy tarde me acordé de Juana. Salí corriendo para la casa y al entrar encontré esto:
Estaba el televisor prendido y había cereal por toda la casa (la casa no era mi casa, sino la que tenían mis padres cuando yo era pequeña). Al subir las escaleras me encontré con mi hija con su pijama al revés, boquita sucia, dormida y arropada (completamente sola en la casa).
En el sueño lloré amargamente y al despertarse me abrazo y me dijo:
“Todo está bien pude hacerlo sola, PERO ME SENTÍ MUY SOLA,” ⇒ y yo continúe llorando.
Me desperté y seguí llorando, Jajaja me sentía muy mal, incluso me dolió la cabeza. Pero luego de calmarme entendí muchas cosas y hoy quiero contarte dos de ellas:
En resumen, entendí que solo fue un mal suelo y ese sueño solo es información que puede desencadenar en culpa y aumentar mis temores, o en aprendizaje y pistas para seguir trabajando con mis heridas de infancia.
⇒ Elegí lo segundo ♥
La culpa se va cuando entiendes que eres responsable por lo que SI está a tu alcance.