Me considero defensora de las emociones, creo que es importante sentirlas, ser consciente de lo que vienen a enseñarnos, y agradecer por su presencia.
Pero, siempre voy a defender la felicidad, incluso en medio de la tristeza.
Yo sé que a diario como mamás experimentamos muchísimos sentimientos.
Hay momentos en los que incluso, estos sentimientos se encuentran; como las lágrimas del cansancio con las sonrisas de las ocurrencias de nuestros hijos.
Hoy quiero animarte a que elijas ser feliz, a pesar de lo que vivas.
Elegir ser feliz en medio del dolor, del cansancio, de la preocupación y del abandono, no es fácil; pero sí nos facilita transitar por cada uno de ellos.
En cada momento en el que me duele el pecho porque le he permitido al miedo actuar, me digo:
¡Eres sensible y eres valiente! ¡Estoy orgullosa de ti!
Me doy el derecho de sentir, pero recuerdo que soy capaz de levantarme. Y al final me lleno de esperanza y abrazo la felicidad.
“La realidad es una, pero nuestra manera de abordarla y vivirla es personal y singular”
Joan Garriga.
Incluso en los momentos desafiantes de nuestros hijos podemos elegir la calma, y con ella acercarnos más a sus necesidades para poder suplirlas.